¿Qué tipo de
pareja quieres tener?
El amor, el enamoramiento y las relaciones de pareja -sean abiertas o
cerradas, monógamas o de poli-amor- preocupa y ocupa, tanto a hombres y
mujeres, jóvenes y no tan jóvenes. Algunos consultan a psicoanalista en Cerdanyola para obtener recetas sobre ¿cómo hacer
para qué la pareja funcione? y otros, para saber ¿cuáles son los motivos inconscientes que se ponen en juego en el amor,
en la relación de pareja? La respuesta a estás, y otras preguntas, es
singular e implican un recorrido personal hasta llegar a construir posibles
respuestas. El psicoanálisis es una herramienta terapéutica eficaz para conocer
los motivos inconscientes que se ponen en juego en las relaciones humanas.
Para una persona el amor tiene
la capacidad de producir tanto la felicidad como el sufrimiento. Entre las consultas
que recibo en el centro de psicoanálisis
Cerdanyola, están relacionadas con el amor y el enamoramiento. Consultar
con una psicoanalista especialista en terapia de pareja puede ser el primer
paso para encontrar soluciones a los conflictos internos personales y de
pareja. Para algunas personas verse en
pareja o sin ella suponen la causa de un malestar constante. Consultar con
un psicólogo especialista en terapia de pareja por problemas de amor o de
desamor.
Parejas
imposibles: ni contigo ni sin ti
Otra vía para abordar la problemática de la pareja que escucho en la
consulta es la dependencia emocional con
la pareja: no poder estar sin el otro
o el seguir en pareja a toda costa por más que no funcione. Como el bolero
que canta a los amores tóxicos: ni
contigo ni sin ti instala el modo de funcionamiento de muchas parejas, en
las que se puede leer que la relación no es lo que era, donde el enamoramiento
y el amor han desaparecido, sólo queda el sentimiento de propiedad: mi marido o
mi mujer, es mío o mía.
El amor ha desaparecido y ha dado lugar al apego. Esto es, la dependencia y necesidad de la otra persona. De
esta manera podemos ubicar a la pareja como la causa de nuestra felicidad y la
responsabilizamos de ella. Este planteamiento es complicado para el que ama, ya
que es uno mismo/a el/la responsable de su felicidad.
Seguramente, en algún momento de tu vida le has dicho a tu pareja (aunque
ahora te avergüence): sólo quiero que
estés conmigo, no salgas más sin mí, tendrías que compartir más tiempo conmigo
que con tus amigos…
Lo que remarcan estas frases es el estar siempre juntos, que llevado al extremo recae en la idea de que el
otro (novio/a, pareja, amante, amigo/a) me pertenece, es mío y tiene que hacer
lo que yo le pida. Esto funciona así en un montón de parejas, en la clínica de psicoanálisis escuchamos
mujeres u hombres que dicen que el otro: hace lo que le diga o lo que me pida.
Es decir, que en esas relaciones no hay lugar al deseo, sólo se miran el uno al
otro y el resto del mundo no importa. Parece que la elección de pareja se apoya en el miedo a la soledad, en no
saber estar con nosotros mismos, en no soportar que existan terceros en la
relación, e incluso, en pensar que no merecemos ser felices.
En la relación de pareja el papel del tercero puede ser desempeñado por un
amigo, un hobby, un trabajo, algo que provoque deseo en el sujeto más allá de
la pareja. El tercero en una pareja muchas veces puede llegar a ser el
"motor" del deseo. Si el otro
no desea nada más allá de mí, si sólo me mira a mí, lo más probable es que lo
deje de desear. Siento que lo tengo, que lo poseo y en esta lectura
ficticia de la situación queda ahogado el amor y queda imposibilitado en mí el
acceso a un mundo diferente al de la pareja.
Al hablar del tercero inevitablemente aparecen los celos. Los celos son una señal de alarma positiva.
Nos indica que lo que no se puede tener es al otro mismo, no sólo su atención,
su amor, su mirada, sino al otro como propiedad. Por eso muchas veces, los
celos pueden ser motivo de ruptura en muchas relaciones de pareja. Él se vuelve
un perseguidor de ella, o a la inversa, controla las llamadas que hace, la hora
de la última conexión en WhatsApp, si aparece conectado en el Facebook, si mira
a otras personas cuando salen, si está más pendiente de su cuidado personal y
un largo etcétera que hace que los movimientos de la pareja queden
estrictamente limitados. Ante cualquier indicio
de infidelidad, siendo la infidelidad aquello que produce interés por otras
cosas, la reacción es desmesurada, gritos, enfados, días sin hablarse, bloqueo
del móvil, mensajes de amenazas de ruptura, etc. Pero estos mismos celos que
llevados al extremo pueden desembocar en todo esto son necesarios también para
el buen funcionamiento de la pareja.
Todos somos
celosos
Para el psicoanálisis los celos son un sentimiento normal, si alguien dice
que no lo es, es porque lo reprimen y aparece en la conciencia algo
sustitutivo: en lugar de sentir celos, lo reprime (pasan a estar en estado
inconsciente) Negar los celos es garantía de destrucción del deseo en la
pareja. Para que él este conmigo tiene que desear más allá de mi, para que ella
esté con él tiene que desear algo más allá de la relación de pareja.
¿El amor es
encontrar mi media naranja?
Soñar con que el otro es mi media
naranja, que tiene todo lo que me completa, es una fantasía que ha sido
alimentado por la publicidad, las películas románticas, la cultura, etc. Es una
fantasía que se sustenta en el mito del Andrógino. El andrógino era un ser esférico,
completo y perfecto. Reunía en sí mismo ambos sexos, luego, fue dividido por
los dioses en dos mitades iguales. Se convirtió en un ser incompleto y
condenado a anhelar la unión con la mitad perdida. Es decir, que cada mitad se
esfuerza en encontrar a su otra mitad para poseerla y volver a formar un solo
ser completo.
A pesar de los siglos que han pasado desde que Platón escribió “El
banquete” sigue teniendo vigencia. Muchas parejas nos siguen hablando del amor
como dos mitades que tienen que encajar una con la otra, y si no encajan es
motivo de separación. De alguna manera buscan en el otro su complemento. Si
concebimos a la pareja como un complemento enseguida nos damos cuenta que el
otro no puede ni debe faltarnos, yo no puedo ni debo faltarle. Sin embargo,
desde el psicoanálisis sabemos que no hay complementariedad entre los sexos
masculino y femenino, ambos son diferentes, el goce del hombre y el de la mujer
no están hechos el uno para el otro. Esto explica, en gran medida, el
desencuentro permanente que hay entre los hombres y las mujeres.
Una relación de
pareja es algo que ha de construirse entre dos personas. Para ello, es
necesario que cada uno pueda estar bien consigo mismo. Muchos de los pacientes
que consultan a una psicoanalista en Cerdanyola
llegan a una primera conclusión: Para estar
en pareja, primero he de disfrutar de estar sólo/a.
En las sesiones de psicoanálisis Cerdanyola las personas que consultan
durante su proceso terapéutico llegan a cuestionarse la manera en qué aman. Amar al otro no es creer que somos uno,
sino poder llegar a amar lo que el otro ama; desear que tenga un mundo más
allá de la pareja, porque si su mundo soy yo, si sólo me ama a mí, el mundo se
acabó.
Amar es, a su vez, poder producir en el otro un deseo por lo que yo deseo,
que el otro valore que yo tenga un mundo. Si creo que el otro es mío y yo le
pertenezco dejo de desearlo, ¿cómo voy a desear lo que ya tengo? El deseo, no
sólo el sexual, mueve al ser humano, lo incomoda, lo pone a trabajar
continuamente. Es decir, que, si cuando tengo un proyecto, trabajo o amigos,
por fuera de la pareja, no le pediré todo a la relación. Si encierro el mundo
entero en la pareja le pido al otro que me haga de amigo, de padre, de hermano,
de marido, de amante… le pido de todo. Y cuando el otro, responde a esas
demandas, descubro que eso no era lo que deseaba. Porque al final se termina
diciendo: no me das todo lo que necesito.
En nuestro gabinete de psicoterapia especializado en parejas, sabemos que,
para poder ayudar a los miembros de una pareja, el primer paso consultar con un psicólogo de parejas,
para llevar a cabo una valoración de la situación y determinar si lo más
indicado es una terapia de pareja, o una terapia individual con cada uno de los
miembros de la pareja. Una terapia de
pareja conjunta puede ayudar a resolver los problemas de comunicación en la
relación, averiguar cuáles son los principales motivos que causan conflictos y
discusiones, etc. Una terapia individual puede
ser más útil para que cada miembro de la pareja pueda identificar y trabajar
aquellos aspectos personales hacen de obstáculo para mejorar la relación.
Puede hacer su consulta con la especialista para más información sobre el
tratamiento, el precio de la sesión o concertar una primera visita en nuestra consulta.
Llama a la consulta
de psicoanálisis de Anabel López 93 580 83 24.